jueves, 17 de abril de 2008

Bienvenidos...

Quisiera dar inicio a este espacio con estas hermosas palabras del ya fallecido Papa Juan Pablo II, las cuales dirijió a los jóvenes en su visita a nuestro país, en el estadio nacional, hace ya mas de 20 años. Aunque ha pasado el tiempo, aun parecen resonar en nuestras mentes su mensaje, mas aun hoy, cuando la tarea de evangelizar a los jóvenes es cada vez mas desafiante.

No tengamos miedo, dice el Papa, pero no tengamos miedo de qué... de poner nuestra mirada en Cristo Jesús, de poner nuestra confianza sólo en ÉL, de poner nuestras vidas en las manos extendidas de nuestro Redentor. No tengamos miedo de entregarnos por completo a la inmensidad del amor de Dios para con nosotros, ni tampoco a extender nuestros propios brazos para compartir ese amor con aquellos que están junto a mi, con aquellos que aun no tienen la suerte de conocerlo, con aquellos que viven en la desesperanza. A no tener miedo de ser en medio de este mundo, de esta sociedad, un signo visible de la presencia viva y resucitada de Dios, a ser un signo palpable de la presencia del Reino de Dios en medio nuestro, un reino de justicia, hermandad, fraternidad, paz, solidaridad, caridad, simplemente un Reino de amor.

El que nos diga que esto es tarea fácil miente, porque requiere de nuestro esfuerzo de cada día, de nuestra fidelidad y perseverancia; de nuestro continuo proceso de conversión, de encontrar la fuerza en la profundidad de nuestra oración, de nuestro diálogo con Dios, de vigorizarnos diariamente con nuestro alimento espiritual en la Eucaristía, de abrir el corazón y la mente para que el Espíritu de Dios realmente actúe en uno y a través de uno, de buscar constantemente la voluntad de Dios en la escucha atenta de su Palabra, de abrir todos nuestros sentidos para descubrir los signos de estos nuevos tiempos y llevar ahí el mensaje de aquel que nos invita a estar junto a Él.

Estamos viviendo el hermoso tiempo Pascual, tiempo de alegría, de gozo y de nueva vida. Que nuestra alegría no sea otra que el sentirnos profundamente amados por Dios, que nuestro gozo no sea otro que servir por amor a nuestros hermanos y que esta nueva vida que nos da Cristo resucitado la sigamos renovando con la fuerza y dinamismo que nos traerá el don del Espíritu de Dios.

2 comentarios:

Ps. Michel Bahamondes Barahona dijo...

Estimado Javier:

Es un Honor para mi dejar el primer mensaje en este blog.
Al escuchar las palabras de Juan Pablo y leer tu reflexión, constato el sello caracteristico de tu amor a la Tradición imbricado con "tus miradas" de la realidad.
Tu fe basada en el Evangelio y el Magisterio, fueron lo que mas me marcó de tí en los años del seminario...tanto que me marcó mas que tu mal humor!!!

El Investigador (buscar el video ese del Estadio Nacional); el teólogo y el Pastor: Los pilares del proyecto educativo de nuestro Instituto Alfonsiano se reflejan en este blog y en tu apostolado.
En medio de tanta chimuchina y charlatanería,no me cabe duda que este será un lugar de encuentro y reflexión para muchos de los que creemos en un projecto de PVJR.

Dios bendiga tu futuro ministerio diaconal.

Yo por mi parte ya te he publicitado en mo blog, que es un poquito más liberacionista, pero se funda en los mismos principios que el Padre Mauricio en el Postulantado, el Padre Raúl en el Noviciado y el Padre Pedro nos inculcaron en la formación.

Un abrazo fraterno

Ps. Michel Bahamondes Barahona dijo...

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